Nuestra Historia

Learn about the history of New Church Initiatives

NUESTRA MISIÓN

Nuestra misión es hacer discipulos de Jesucristo en México.

Dios nos está llamando a servir a la maravillosa gente de México. Este hermoso país habita en nuestros corazones. Por lo tanto, nuestra misión es hacer discípulos en México. Este es uno de los puntos clave que, hoy en día, hace único a NCI

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Nuestro Comienzo

Nuevas Iniciativas de la Iglesia (o NCI por sus siglas en inglés) se formó a principios de 2001 por Glenn Smith. Nuestros directores fundadores fueron Dermot Rigg, Gordon Robideau y Paul Hicks. Originalmente, nuestra misión fue hacer discípulos en la creciente y cada vez más diversa región de Houston, a través de la plantación de iglesias. Nuestros primeros socios estratégicos incluidos fueron Sugar Creek Baptist Church en Sugar Land, Texas y Union Baptist Association en Houston, Texas

Después de nuestro primer año, NCI comenzó a ser invitado a proporcionar evaluaciones, capacitaciones y entrenamientos dirigidos a líderes cristianos y pastores plantadores de iglesias en los Estados Unidos de América y todo el mundo, por medio de numerosas denominaciones evangélicas e iglesias.

Adémas de EE.UU., hemos servido en México, Honduras, Brasil, Colombia, Singapur, Indonesia, Tailandia, Myanmar, Kenia y Rusia. También, hemos equipado líderes evangélicos de diversas denominaciones, por ejemplo: bautistas del sur, bautistas independientes, metodistas unidos, metodistas libres, presbiteriana (PCA Y PCUSA), iglesias reformadas, iglesias luteranas, iglesias cristianas, iglesias bíblicas e iglesias sin denominación.

Durante los últimos 20 años, el mundo ha cambiado drásticamente. Por lo cual, hemos adaptado nuestra estrategia y nuestro enfoque para continuar en la misma dirección en la que Dios nos ha estado llevando, sin cambiar nuestros valores, nuestra misión, ni nuestra teología principal.

Una Nueva Misión

En los últimos años, ha sido claro para nosotros que Dios nos ha estado llamando a enfocar nuestra atención, energía y recursos para servir a la maravillosa gente de México. Este hermoso país habita en nuestros corazones. Por lo tanto, nuestra misión es hacer discípulos en México. Este es uno de los puntos clave que, hoy en día, hace único a NCI.
En 2019 reafirmamos nuestra declaración de fe. También reafirmamos, nuestros valores fundamentales, los cuales son:

  • Integridad bíblica
  • Integridad personal
  • Fidelidad demostrada
  • Fuerte ética de trabajo
  • Buena conexión

La visión de NCI

Nuestra visión es llegar a ser líderes de pensamiento y expertos en el ministerio, dentro de la cultura mexicana. Nos esforzamos para convertirnos el recurso más confiable y eficiente, así como la principal conexión para los miniesterios enfocados en México.

Nuestro Credo

Declaración de fe

Dios

Creemos que solo hay Dios verdadero y viviente, el Creador y Sustentador de todas las cosas. Él es infinito, eterno, inmutable, y se ha revelado a nosotros en tres personas - el Padre, el Hijo y el Espíritu - y que estos tres son todos un mismo Dios, que tienen precisamente la misma naturaleza, atributos y perfección, por lo tanto, su revelación en tres personas es digna de exactamente el mismo homenaje, confianza y obediencia (Génesis 1:1; Efesios 1:3-6, 13-14; Mateo 28:9; Filipenses 1:5-8; Juan 1:1, 3, 14, 18; Isaías 9:6)

Dios Padre

Dios Padre, es la primera persona de la Trinidad, quien ordena y dispone todas las cosas según Su propósito y gracia, y quien continuamente sostiene, dirige y gobierna todas las criaturas y eventos para Su propia gloria. Todas las personas son llamadas como los hijos e hijas de Dios (Hechos 17;29); por lo tanto, hay un sentido en el que Dios es el Padre de todas las personas como su Creador. Sin embargo, espiritualmente Dios es Solo el Padre de los que creen en Cristo (Gálatas 3:26).

Dios Hijo

Jesucristo es la segunda persona de la Trinidad y posee todas las virtudes divinas y es co-igual, co-eterno y co-sustancial con el Padre. El Hijo es el Mesías prometido del Antiguo Testamento. Jesucristo, nacido de una virgen en la plenitud del tiempo, murió en la cruz para redimir al hombre del pecador, resucitó entre los muertos para proporcionar justificación para todo creyente, ascendió a la mano derecha de Dios donde intercede por todos los creyentes y será de nuevo, en la plenitud del tiempo del Padre, retornará visible y triunfante, de manera personal para derribar el pecado, juzgar al mundo y establecer su reino en su manifestación consumado.

Dios Espíritu Santo

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, que posee todas las virtudes divinas, por tanto, co-igual, co-eterno y co-sustancial con el Padre y el Hijo. Él es enviado de parte de Dios para condenar al mundo de pecado, juzgar, y para regenerar, limpiar y proteger del pecado. Él es el guía, maestro y fortalecedor que mora en todo creyente.

Hombre pecador y Satanás

Creemos que el hombre fue creado en la directamente por Dios con el propósito de comunión con Dios y la gloria de Dios. El hombre fue tentado por Satanás y pecó, y debido a esto, todos los hombres han nacido en el pecado y, por su naturaleza, son hijos de ira. Creemos que Satanás es una persona con maldad y que, con sus demonions, continúa la obra de iniquidad en el mundo. El pecado es básicamente la rebelión contra Dios y su meta principal es la separación eterna entre Dios y los hombres (Génesis 1:26-27; Romanos 5-:12; Apocalílsis 20:10; Isaías 14:12-17).

La Biblia

Creemos que la Biblia es infalible, verbalmente inspirada por Dios, y que la verdad absoluta y confianza se extienden por igual por todas las partes de su contenido- histórica, poética, doctrinal y profética - lo que constituye nuestra única norma de fe y conducta (2 Timoteo 3:16-17; Hebreos 4:12; 2 Pedro 1:20-21; Mateo 5:18).

Salvación

Creemos que Jesucristo es el único Salvador del pecado. Él proporcionó el perdón y la purificación de nuestros pecados en la cruz y resucitó para proveer vida y justificación. Aparte de Cristo, no hay salvación. Todos los hombres están bajo condenación por su naturaleza pecaminosa, y la liberación de la condenación viene solo por la justicia de Cristo y no por mérito humano. Esta justicia es otorgada al creyente por gracia mediante la fe. El Espíritu regenera o da nueva vida a la persona que acepta y hace un compromiso de por vida con Jesús, y es cuidado por la gracia de Dios eternamente. Esta salvación es completada en el cielo donde el creyente, con un cuerpo resucitado y glorificado, pasará la eternidad alegrándose en el Señor Jesucristo (Hechos 4:12; Efesios 2:8-9; Juan 3:16-19, 5:24, 6:47, 10:28-30; 1 Juan 3:2-3).

La Iglesia

Creemos que una iglesia del Nuevo Testamento es una asociación voluntaria de creyentes en Cristo quienes han convenido para seguir las enseñanzas del Nuevo Testamento. Enseñamos que la iglesia es una comunidad de creyentes centrada en Cristo en misión para Dios. (Colosenses 1:18; Mateo 28:19-20; Hechos 4:32-35; Efesios 4:11-16).

La muerte y resurección

Creemos que la muerte no implica la pérdida de la conciencia, sino que el alma de los redimidos pasa inmediatamente a la presencia de Cristo y que no hay separación de cuerpo y alma hasta la primera resurrección cuando el espíritu, alma y cuerpo resucitado serán reunidos en forma glorificada en el cielo para siempre. Por lo tanto creemos en la resurrección corporal de todos los hombres, los salvos a la vida, pero los perdidos que no están en Cristo Jesús para condenación eterna (Apocalípsis 6:9-17, 20:6, 20:13-15; Filipenses 1:23; 1 Corintios 15; 2 Corintios 5:8).

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